lunes, septiembre 11, 2006

Tiempos sin vocales.

Hubo un tiempo lejano, antes de conocerte, en que los colores me abandonaban a su antojo, y mi esperanza de conocer el amor, mermaba cada gris domingo.

En ocasiones el blanco escapaba por unas horas.
Y yo miraba al infinito, llorando, abrazado a la última almohada con una única ilusión: pintar tu cara bajo la luna.

Otras veces el verde y el azul corrían de la mano alrededor mío, riéndose de mi soledad.
Y bebía sin parar, pensaba sin parar, mataba sin parar, sin ver salida para mi alma.

Recuerdo una noche infernal en que extravié el negro en un burdel.
Entristecido por el infierno conocido, de beber mil veces de cien mujeres y sólo percibir odio en mi interior, perdí el rumbo.

Noches antes de conocerte, el hada de los colores me dijo en sueños: nunca más bailaremos para ti, solo desfilaremos de uno en uno.
Y entregué sin más, el alma a satanás.

Días después, coleccionando ya maldades en mi haber, me presentaron a una mujer entre desconocidos. Dias ruidosos, días golosos, días célebres en la historia de mi vida. En pocos días, leyéndote a Rimbaud, las vocales volvieron a mis líneas. Y mi cielo volvió a brillar; ya no era mi cielo, era un cielo lleno de colores, para mi, para ti, para los dos.
Los colores del amanecer volvieron a despertarme y la Alegría desayunaba conmigo.Con el tiempo desayunó con los dos, simpre displicente con nuestros ruegos. Y hoy, gracias a la visita de la Fertilidad, desayuna con tres.
.

6 comentarios:

Angel Feathers Tickle Me dijo...

Love to all.....

Anónimo dijo...

Chicharrero terrible, comparto totalmente tu experiencia.

Tras vivir durante varios tras la sombra gris del abandono, y juguetear con colores que ni siquiera se acercaban a tonos pastel, simples y burdas caricaturas de un color ansiado.

Muchos borrones, tachones, e incluso numerosos intentos de cambiar el papel sobre el que estos grises tonos se escribian.

La desesperanza del B/N me sumia en tormentosas batallas conmigo mismo. Solos Yo y Yo, y ninguna luz que disipase el miedo a mi mismo.

Pero pasó, aparecio el color. No solo un color, sino un enorme arco iris, que "mucho a mucho" logro colorear el ensombrecido papel sobre el que se escribe mi vida.

Actualmente soy dos, escribo, dibujo y pinto en una inacabable gama de colores, gracias a que un dia un rayo de luz se metio en mi vida.

Y si todos los rayos de luz son como este, espero poder un dia tener una gran "tormenta" en casa.

Gracias.

BAR dijo...

ES TAN LINDO ESTE POST...DUDO MUCHO QUE ALGUIEN QUE ESCRIBE COMO TU LO HACES, PUEDA TENER UN PASADO TAN ESCABROSO...BESOS

Esther Hhhh dijo...

Bonita historia, y felicidades por tu desayuno a tres bandas...

El chicharrero terrible dijo...

Vaya fantastica respuesta del usuario anonimo. Si tienes blog, haznoslo saber, te seguiremos.

Anónimo dijo...

Te quiero
P.