lunes, julio 20, 2015

Construyendo una religión...

Desajustes no esperados. Y respuestas ágiles.
Así construyes un camino entre árboles desmesurados, que ciegan tu horizonte. Que perjudican un seguro caminar.

No está en el horizonte el destino. El destino está en el camino. En cada uno de los pasos que damos.

Cada uno de los pasos es completo y entero, fruto de que tu equipaje y tu alimento es definitivo. Sin apuros en su selección y sin desmesuras en su almacén.

Cualquier obstáculo en el trayecto ya no tendrá el sabor metálico de la enfermedad. Disfrutaras del fresco sabor de la novedad, del cambio, del reto y del progreso.

De pasivo observador pasarás al excitante papel del viajero.

Y sólo creyendo en ti... Y mirando el camino como si el horizonte fuese eso...el horizonte.

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