viernes, agosto 03, 2007

Los heroes ocultos de Riglos (y III)

Continúo con la trasncripción del documento sobre los nombres de los Mallos de Riglos.


Comienzo ahora a detallar la historia desconocida de Riglos. No se si algún día seré capaz de darla a la luz pública, pero al menos esto eleva mi alma, y la de muchas geeraciones.

La temprana muerte de Doña Inés, evitó que presenciara la boda de su hijo Pedro con la hija del Cid, gran amigo de la familia. Su fallecimiento la alivió por otro lado de presenciar las extrañas y casi simultáneas muertes de su marido e hijos. En el transcurso de menos de 18 meses murieron los tres, entre 1103 y 1104. Primera su hija Inés, después su marido y por último su hijo Pedro.

Con la muerte de Ines de Aquitania (1095), Pedro I quedó viudo, y lo que era peor, solo. Un rey no puede gobernar solo. Daba imagen de debilidad ante su pueblo y ante sus enemigos lo cual no se podía permitir. Aun con la fuerte aflicción por la inesperada muerte de su esposa, el rey acató los consejos de su corte y buscó rápidamente una nueva esposa.

Partió en largo viaje a Italia, invitado en secreto por su antigua amante la emperatriz Berta de Souze. En su estancia en palacio le presentaron muchas jóvenes, unas eran amigas o incluso familia de la emperatriz, y otras eran familia y amigas de las anteriores. Mientras duró la búsqueda Pedro I ahogó sus penas en manos de Berta, que gustosa le acogió en su regazo.

Pasaron varias semanas hasta que Pedro se encariñó con una lechera que rondaba las labores de palacio. Los consejeros del rey no dudaron un segundo y la hicieron traer.

Ella se extrañó cuando una tarde la fueron a buscar para ir a palacio, pero como normalmente se hacían grandes y extraños encargos de comidas cuando venían extranjeros, pensó que sería algo refrente a sus famosos quesos de flor.

Estando ya en palacio, Lucilla que así se llamaba, quedó totalmente alucinada por la idea que le imponían. Sin tiempo a reaccionar, no pudo despedirse del novio que dejaba atrás: el fulgoroso Rutino. La juventud es un bálsamo para las heridas de desconocida procedencia. El lujo y la riqueza calmaron a la joven lechera.

El consejo del rey, el rey y su futura reina partieron hacia España escasamente cinco semanas después de haber llegado y con la solución a gran parte de sus problemas. El unico fleco que quedaba suelto era que Lucilla no era de sangre real. La solución la encontró el propio soberano, que decidió por iluminación divina que Lucilla era pariente de Berta de Souza, y que además a partir de aquel viaje se llamaba igual que su prima lejana: Berta.

De aqui que en los libros de historia solo se conozca de Berta, que fue la segunda esposa de Pedro I de Aragon, y del circulo familiar de Berta de Souza. Hay quién toma incluso como padre de Lucilla a Pedro de Italia y a Agnes de Potiou, pero sin fundamento documental. No es cierto, lo puedo asegurar.

En 1098, a la vuelta de Italia, se casaron Pedro y Lucilla. Los años pasaron y Lucilla no le dio ningún hijo a Pedro. La relación de la pareja no era la esperada, pues pasadas unas semanas ambos tenían en mente a sus verdaderos amados: para uno la fallecida Inés y para otra el abandonado Rutino.

Rutino partió de Italia tras la caravana real del extranjero, junto a sus primos Melchor Frenchín y Carlo Fire. Tras un duro, caluroso y casi mortal viaje, llegaron a Aragón. Allí permanecieron durante cinco largos años.

Muchas veces estuvieron a punto de morir, unas por hambre, otras por ser descubiertos, y en el caso de Rutino otras por desesperación. En ese tiempo sus primos se casaron con mozas aragonesas.
Lo que si consiguieron en esos años fue contactar con Lucilla. Esto producía en Rutino una especie de efecto rejuvenecedor, pues su "reina" estaba aún mas guapa que cuando vivían en Italia.

En 1103, Rutino ya lo tenía todo preparado, mataría primero a los hijos del Rey y después al propio Rey, después su hijo en el vientre de su "reina" gobernaría aquel territorio. El plan no salió del todo mal. Frenchín y Fire se encargaron, primero de la hija (Ines) y después del Hijo (Pedro). Rutino en una noche muy larga, consiguió asesinar a Pedro I en el valle de Arán donde habían situado por aquella época su residencia. El único problema es que el hermano del Rey, Alfonso, conocía de sus intrigas.

La dote de Lucilla habían sido los territorios al pie de la sierra de Marcuello (entorno de Riglos). Siguiendo las normas de funcionamiento del reino, la dote en territorio fue la demostración de Pedro I de que quería descendencia de Lucilla. Con el tiempo esta dote fue lo que enfocó la estrategía de Rutino y así la línea sucesoria de Pedro I se terminara y continuara con su hermano Alfonso.

Alfonso (el coronado I de Aragón), los dejo vivir con la condición de que escondieran que Lucilla había quedado embarazada, pues eso le cortaría la línea de sucesión a él, aunque el hijo fuera de Rutino.

Durante el retiro de Lucilla a sus posesiones en "el Reino de Riglos", puso los nombres a dos de los Mallos en honor a los primos de su amante. Hasta hoy día son conocidos por los Mallos de Frenchín y Fire.

Lucilla no murió en Riglos. Aunque gobernó un tiempo como reina los pueblos de su dote, siempre "por la gracia de su difunto esposo", solo era el final de la estrategia urdida por Rutino. Tiempo después se reunieron en Italia.

Aún hoy en día sigue existiendo una canción popular aragonesa procedente de aquella época, que dice en una de sus estrofas:


una reina que escapó con su amante.




Este documento no tenía ninguna anotación ni bibliografía, ni siquiera estaba firmado. Como os comenté al principio hay partes que están de alguna manera inconexas. La dificultad al leer el propio documento y así elaborar la posterior transcripción, pueden haber potenciado esta sensación. Pienso que ha sido escrito a ratos, durante un largo periodo de tiempo pues hay algunas reflexiones que se repiten, o que se adelantan en lo que sería el lógico hilo conductor de la historia. No he querido modificar nada en este sentido.
La última parte de mi investigación la he dedicado a identificar alguna contradicción en las citas históricas del documento. No he sido capaz. No se hasta que punto esto le añade o no solidez a la historia; me ha dejado una sensación de extraña ingravidez.
¿Donde esta la verdad que nos sustenta?.


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5 comentarios:

BAR dijo...

wow...me encantó...es sumamente interesante..ojalá tuviera continuación...jejeje

Un beso

humo dijo...

La leyenda es coherente en casi todo, excepto en el hecho de que un rey tenga el capricho de elegir como esposa a una lechera de la cual ni siquiera estaba enamorado...

Pirzen dijo...

Épico y sublime.

Saludos

El chicharrero terrible dijo...

wow y pirzen: Gracias, lo pase bien y ahora que lo veo leído mejor quizás. Aunque tras leerlo vosotros ya se me ha perdido.

Humo: Gracias a ti tambien por tu lectura. Quízás hay mas reyes casados sin estar enamorados de los que tu crees o quizás yo estoy confundido; o los dos.

humo dijo...

Creo que casi todos los reyes se casan sin estar enamorados por intereses de todo tipo, de modo que quizá estemos equivocados ambos, pero en el mismo sentido.
...Solo que lo de la lechera no me lo trago: ¿qué rey se casaría con una pobre por otra causa que por amor?
Con todo, has hecho una transcripción preciosa.