Las azucenas son para olerlas.
Manchadas de sangre no huelen igual.
Aún así siguen siendo azucenas, y si te esfuerzas un poco, las puedes llamar lirios.
Al atardecer,
cuando todos despiertan de la aburrida tarde
y deciden como terminar el día,
el asesino comienza su rutina.
Al anochecer,
cuando todos duermen y sueñan con no se que,
digiriendo un dia mas de existencia
el asesino culmina su tarea.
Al alba,
el detective se acerca a las azucenas,
observa unas marcas rojas sobre ellas
y con la esperanza borrada de su rostro,
se acerca para olerlas.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario