Debe haber un momento para cada libro. O mas bien, debe haber momentos que no encajan con determinados libros.
He encontrado uno de esos momentos para uno de esos libros. El momento comenzó allá por Noviembre que abrí por primera vez Justine de Lawrence Durrell. Me gustó de entrada su intimista juego de personajes entrelazados con la descripción perfecta de las sensaciones que transmite Alejandría. Al menos las que podría transmitir, pues aunque no he estado allí, me he creído estar allí.
¿Entonces por que digo que no era el momento de leerlo?. Lo he comenzado dos veces y no he podido terminarlo. Ahora cuando pienso en el , me doy cuenta que es un libro profundo, lleno de fuertes personajes y de completas sensaciones ambientales. Pero todavía no he podido terminarlo. Lo he aparcado y he comenzado otro, y eso que tengo la segunda parte (es una tetralogía) esperandome.
El que he comenzado es La posibilidad de una Isla de Houellebecq que no tiene problema con los tiempos que vivo ahora. Esta funcionado bien.
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3 comentarios:
Concuerdo, y entiendo perfecto a lo que te refieres...Yo le regalé a mi novio "La Insoportable levedad del ser" justo en nuestro aniversario, y después de leerlo terminó conmigo...y eso por la influencia que había ejercido el libro en el..
No lo comprendí hasta que lo leí
Lo raro es que regresamos y le cabo de regalar la película...No entoiendo veradad?
Un beso
Los libros son historias, reflexiones, interioridades que nos transmite su contenido siempre y cuando seamos receptivos al mismo.
Creo que algunos momentos de nuestras vidas podríamos explicarlos con un libro, una canción y un cuadro .... si alguien fuera capaz de ver lo mismo que nosotros en ellos.
Que gran serie de libros la del cuarteto de Alejandría (Justine, Balthazar, Mountolive y Clea).
Es que el que haya leído eso y no quiera conocer esa ciudad... Lo que tampoco se puede negar es que Durrell está a otro nivel.
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